domingo, 28 de septiembre de 2008

Mi credo


Hoy estoy por gritar y por gritarte. Ojala hubiera luna llena para poder abofetearla con mi voz.
Escucho Al respirar, de Vetusta Morla, mientras escribo, por no ahogarme. Pero me ahogo…
Y si me ahogo es porque no me entran las palabras en la boca, no me caben. Las derramo por la comisura de los labios para no atragantarme…
Y quiero respirar,
tan fuerte que se rompa el aire…

Te veo y no te reconozco.
Creía haberte encontrado. Y no, una vez más me equivoqué contigo.

Creo en las casualidades, es la única religión en la que tengo fe. Aún sabiendo que estas pueden forzarse, aún sabiendo que la casualidad no es más que la estética que el hombre confiere a una determinada circunstancia para convertirla en credo, creo en ellas. Porque, idiota de mí, aún sigo creyendo en ti.
Sigo creyendo en que antes que tú estaré yo; en que guardarás todas las notas que abandoné en alguna de las paredes de tu casa; en que mi piel siempre será la droga más dura, aunque mis arrugas rodeen tus dedos; en que te darás la vuelta mil veces para despedirme antes de que desaparezca ante tus ojos; en que volverás; en que te irás y me echarás siempre de menos, siempre... Creo en que los años no restarán ni una de las taquicardias que me provoca tenerte cerca, en que dueles, en que seguirás haciendo feliz y miserable a tantos, en que otras te besarán y te cantarán –¡que sepan quién eres, que lo sepan antes de acercarse a ti!–, sigo creyendo en que te necesito para ser por completo yo…

Quiero verte… quiero tenerte. Te odio porque te necesito.
Idiota, idiota de mí. Aún sigo creyendo en ti, 'Amor'.

“Y tu silencio, retumbando, ahoga mi voz en el vacío inerte”. Y me ahogo, me ahogo... Y no puedo respirar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La casualidad crea historias, por causas que siempre, necesariamente, son casuales; por el destino, porque siempre las historias tienen un principio. Y es que el "por qué" de las cosas se contesta a traves de un "porque". Puedes tener un credo profundo, arraigado, de necesidad, que consista, simplemente, en desear tumbarme contigo a la orilla de la chimenea.

María José Ballesteros dijo...

Yo creo que las casualidades no casuales actúan cuando la voluntades humanas no se ponen de acuerdo y sin embargo es necesaria esa casualidad para completar ciertos ciclos vitales en la vida de un ser.
El confligto es estar enamorado de alguien con los ojos abiertos, (en la medida en que el otro se deja conocer y nosotros sepamos entender señales), ver todo lo malo y lo bueno y no poder evitarlo, ser su esclavo, encarcelarlo en tu cabeza; es como volverse loco y no hay más remedio que encontrar una salida y expresar todo aquello sea como sea...
Y aunque duela, mate destruya...sigues esperando señales de humo, para acercarte, de cada vez más despacio, por si acaso tiene frío...
Qué egoísta es el amor...sentir, sentir, sentir...¿amor desinteresado?
Sentir es una droga magnífica.
El amor es otra cosa que no conoces hasta que el otro no te da permiso para entrar en el fondo del fondo... en los suburbios del alma.
Hoy estoy pesimista... y qué le voy a hacer...

Nitya yang gracias por estos regalos.

AAN dijo...

Increíble la canción de Vetusta, sí. A mí me deja helada cada vez que la oigo.

Yo decidí dejar de creer en el amor. Ahora me dedico a buscar estrellas fugaces.

Me gusta tu blog. Besito

Anónimo dijo...

Me encanta que nunca dejes de creer, porque cuando menos te lo esperas de repente sientes que no puedes respirar y... ahí está!!
Pero, un consejo, no te desesperes por encontrarlo, no lo busques porque él te encontrará...

NityaYang dijo...

Entre tanto anónimo... ya empiezo, en ocasiones, a ver muertos: pzzzzzzzz. Gracias mil!!!! MUAS

María José Ballesteros dijo...

Para el último anónimo:

Esto de acuerdo en parte, pero hay que tener cuidado con no disfrazar la cobardía de noble espera...

Y como dijo Arthur Schnitzler:
"Espar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida"

Isabel Tejada Balsas dijo...

Esa canción...

Me he dado cuenta de que tenemos preferencias muy parecidas en ilustración, uhmm, creo que te voy a visitar a menudo ^^

Anónimo dijo...

Oye, hermosa, escribiendo estas cosas (y por lo tanto, teniéndolas dentro) ¿no se te van enamorando las gentes por las calles? Mira, no me enamoro de ti porque creo que ya me estoy enamorando de otro, pero ¡es que eres increíble! :D
Enhorabuena y gracias por compartir

Unknown dijo...

Ya sabes que creo poco en las casualidades, y cuando se fuerzan dejan de serlo.

Es duro escuchar a quien dice "te necesito para ser por completo yo" o "te odio porque te necesito". Es duro porque sé lo que se siente, porque yo también lo he vivido.

Sólo puedo darte ánimo y ofrecerte un hombro para llorar, unos oídos para escuchar, unos ojos para leerte, y unos brazos para acunarte...

Gracias por tus palabras, gracias por tu visita, gracias.