domingo, 9 de mayo de 2010

Nitya quemó su apellido

Barajas, 1999.
Ese era el primer año que sus padres no la mandaban a una familia extranjera para repasar sus conocimientos en la lengua inglesa. Visitaba el aeropuerto para dejar en él a su hermana pequeña y, por primera vez, se alegraba de no ser ella. Madrid se abría ante sus pies, sus coletas zigzagueaban, su risa parpadeaba; tenía todo un verano por delante para ‘experimentar’: para tener su habitación solo para ella, para poder estar en el ordenador hasta la hora que quisiera, para poder dejar la ventana entreabierta y que las cortinas le besaran la cara, para poder leer en la cama y no tener que hacerlo con la tenue luz de las farolas asomada al poyete de su cuarto…
… Para poder invitarle a dormir la siesta, a dormir de noche con ella, para poder cocinar para él y tirarse en el sofá acariciándole el pelo…
Carrito, maletas, lloro de mamá, “tráeme un bocata de jamón cuando vuelva”, “no me cojas nada de ropa en mi ausencia” —decía su hermana—, y mientras ella deambulaba por las paredes del aeropuerto tocándolo todo con sus ojos.
“Alrededor de tu piel ato y desato la mía” (Miguel Hernández), rezaba escrito en relieve en una de las paredes de la T2. Y, ¡zas! Le arrasó la mente. Sonaba hermoso, sonaba a piel… No quería olvidarlo. Cogió una tarjetita de papel del mostrador donde su hermana facturaba; una de esas donde se ponen los datos del viajero y rellenó, en medio de nombre/dirección/población/ciudad/país/número de contacto… esa frase.
Era virgen. Aún no sabía qué significaba exactamente estar enredada en alguien. Entendió que era amarse en una maraña, entrelazadamente donde no se sabe dónde empieza el uno y dónde acaba el otro. El Yin y el Yang unidos, atados, buscándose eternamente, respirándose.
Y él le hizo abrir las piernas con susurros y bebía de ella muerto de sed. Y ella sentía que él era mar cuando lo tenía dentro y la mecía. Y él marcó todas las páginas de 100 libros con aquel marcapáginas improvisado donde rezaba profanamente un nombre/dirección/población/“Alrededor de tu piel ato y desato la mía” ciudad/país/número de contacto…
Y ella
tatuó 100 pliegues de su piel con un tatuaje, con las huellas de sus manos agarrándola cuando la penetraba, cuando le susurraba, cuando la hacía sentir que el amor estaba en su piel.
Y él tuvo que memorizar la página del libro que leía antes de cerrarlo porque el marcapáginas empezó a romperse y prefirió pegarlo a la pared de su cuarto, con dos chinchetas plateadas. Y esa frase venía a representar todas las historias de amor del mundo.
Y ella…
Y él…


Barajas, 2010. T4.
Aterriza. Lleva una maleta pequeña, traje chaqueta, un maletín burdeos y tacones, muy altos. Su pelo, media melena, flirtea con sus hombros. Los pasajeros del vuelo buscan con la mirada dónde está el aseo, dónde está la zona reservada a fumadores, donde está su móvil para hacer la llamada de rigor, dónde están ellos mismos… Ella no busca. Repasa con su mirada la nueva terminal y ¡zas! A la derecha, años después, aquel mismo texto grabado en relieve. “Alrededor de tu piel ato y…”. Con vehemencia, con sinceridad, con respeto y arañándole el pecho susurró: “Ojala te ates y te ahogues con todos y cada uno de los nudos de tu cuerda; ojala te pierdas en la maraña que tejiste; ojala no vuelvas a soñar y ojala te hagas pajas toda la vida con tus comics manga”.

Y con su maleta, con sus tacones, con sus treinta años y su piel, sólo suya, salió del aeropuerto cerrando la página de ese libro, esta vez sin marcapáginas.




15 comentarios:

Liset Valenska Huillca Alosilla dijo...

So entretenido y con sentido...es algo exaltante y... es sencillamente complicado!!!

César Vargas dijo...

Me gusta el olor de los libros, los viejos, los gastados, los que han tenido mil marcapáginas, los que han visto fumar, o beber café, los que se han bebido las letras, los de las portadas ajadas como un último día de invierno, los que se atan, los que se desatan, los besos que huelen a libro.

Oh... y me ha encantado el texto... xxD

Pugliesino dijo...

Los libros electrónicos serán el fin de los marcapáginas, de los pliegues, de las frases colocadas entre cada momento atrapado.

Me encantó!

NityaYang dijo...

Carlos!!! Cuánto tiempo —y todo por mi culpa—. Siempre tan oportuno, capaz y encantador. UN SALUDO y mil besos!

César, magnífico recuerdo el olor de los librosbesoscaféletrasinviernosportadasbragastabaconoquenomegusta... Pero este en concreto huele a quemado. BESOS!

Andesita, contrastes (como el Yin y el Yang). Gracias por leerme. Es de las pcoas veces que tengo algo que decir. :)

MUASSSSSS

Edalphoe dijo...

¡Hola! Estaba deambulando por ahí y me topé con tu blog (divina casualidad). Me pareció genial el texto, como juegas en torno a una frase tan corta y a la vez tan grande de Miguel Hernandez, usando a Madrid de escenario, y el tumultuoso espacio de un aeropuerto internacional. ¡De verdad, felicidades!

Rebeca Gonzalo dijo...

Me ha gustado este deambular entre páginas, aeropuertosy pasajeros. Sobre todo he disfrutado sabiendo que has vuelto a escribir. Un abrazo.

Liset Valenska dijo...

ES Eelente ..me encanta coo escribes!!!! Deambulaba media meditabuenda por la web y me tope con tu blog..ES Senciallamente fantabuloso!!! Me levanto el animo...NO dejes de escribir...GRACIAS POR CREAR Tu blog...es serio me siento mejor ahora...

El señor Gurmendi dijo...

Quizá algún día encuentre un papel tuyo y continúe escribiendo por donde lo dejaste...

NityaYang dijo...

Isma, no me deja tu blog publicar comentarios. Me tienes censurada y eso que no dije nada malo ;) El detalle de la "esponja" bien merece estar leyendo tu blog...

Sechat, :)))))) Es que ya sabes que siempre me pierdo. BESOS, bella!

Liset, no me digas esas cosas, que me pongo muy roja! Me alegro haber dibujado una sonrisa hoy. Gracias a vos.

Gurmendi... eso sería una maravillosa casualidad.

sonoio dijo...

creo que el problema es la idealización...pero sin ella que sería de las relaciones humanas
te dejo un gran beso nitya

Alhy dijo...

Esta entrada me ha resultado dolorosilla, nena. Será mi momento. Too many emotions.. I can't think clearly... sorry...


Kisses confusos ***

P.S. Déjate leer más a menudo, porfa ;)

Anónimo dijo...

Eres pura emoción y sentimiento, tienes el poder de conmover todos los corazones, haces sentir sin estar presente, agradecidísimas gracias por recordarme millones de sensaciones con tus palabras.
De una pequeñaja para otra!

LUCIA-M dijo...

Me gusta tu historia me atrapa me conmueve… no sé porque leerte me da mucha ternura.
Sigue escribiendo no lo dejes nunca.
Besos

verónica*moar cerámica dijo...

Demasiado amplio mi paréntesis...me he perdido demasiado, pero da gusto volver y leer...

Historias de aeropuerto o, lo que a veces es lo mismo, aprender a volar...

:)

NityaYang dijo...

Sí, la culpa es del señor idealización o de quien me enseñó a leer... pero la culpa es de alguien... ;)
De todas formas... No hay nada como la lectura en verano ;)

Besos mil! AH! El nombre lo tengo completo.